CÓMO LIMPIAR EL ALMA Y EL CUERPO.
- No hagas eso que va contra tu prosperidad y te impide avanzar.
- Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a tu vida.
- Es preciso eliminar, deshacerse de lo que es inútil en ti y en tu vida para que la prosperidad llegue.
- Es la fuerza de ese vacío la que absorberá y atraerá todo lo que deseas.
- Mientras estés material o emocionalmente cargando cosas, sentimientos viejos e inútiles, no habrá espacio para nuevas oportunidades.
- Los bienes necesitan circular. Es necesario que la energía se mueva.
- Limpia los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje.
- Regala lo que ya no usas.
- La actitud de guardar un montón de cosas inútiles solo encadena y frena tu vida.
- No son los objetos guardados los que estancan tu vida, sino el significado de la actitud de guardar.
- Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podría faltar y que no tendrías medios de proveer y cubrir esas necesidades.
- Con esta postura, estás enviando dos mensajes a tu cerebro y a tu vida:
• No confías en el mañana.
• Piensas que lo nuevo y lo mejor no son para ti. - Por eso te alegras o te conformas guardando cosas viejas e inútiles. Inconscientemente refuerzas la conciencia de ser pobre, de no merecer.
- Deshazte de lo que perdió el color y el brillo
- Deja entrar lo nuevo en tu casa… y dentro de ti mismo.
Evalúa tu capacidad de nutrirte en todos los aspectos: lo que comes, lo que bebes, los libros que lees, las películas que ves, la música que escuchas, la información que buscas, las personas con las que compartes… ¿Qué tan nutritivos son?
Haz una reflexión de cómo habitas tu cuerpo, la relación que tienes con él, ¿escuchas sus mensajes? Cuida su aseo, vístelo con amor, elige las prendas que más te gusten; este es un arte energético. Observa tu postura, ¿Cómo caminas por la vida? Da cada paso con conciencia, sintiendo cómo todo el pie, desde el talón hasta los dedos, toca el piso y deja su presencia. Caminar así te empodera, despierta tu fuerza interna para alcanzar tus sueños.
Evalúa qué tanto disfrutas la vida a través de tus sentidos. ¿Cuánto te maravillas de lo que tus ojos miran? ¿Cuánto te conmueve lo que tus oídos escuchan? ¿Cuánto te deleita lo que tu lengua saborea? ¿Qué tanto te estremece una caricia, un abrazo… entregado o recibido? ¿Qué tan conectada estás con tu intuición? ¡Reflexiona y renuévate!