Aquellos que les gusta ser el centro de atención
Este tipo de personas se caracterizan por realizar acciones y situaciones que generan
escándalos y llamadas de atención sin ninguna razón. Cuando nos encontramos ante
esta compañía, es mejor no seguirles la corriente y mantener la calma, sin
involucrarnos en sus peticiones de atención.
Por lo general, su comportamiento se debe a una falta de seguridad personal, o
menosprecio hacia tu propia persona. Por ello, cuanto más fuertes son sus gritos, más
pretende tu atención. No permitas que te afecten alejándote de dicho entorno y
continuando hacia adelante. De la otra forma, lo único que conseguirás será frustrarte
y posiblemente emplear un exceso de energía inútil.
El que siempre está en desacuerdo contigo
Es natural en parte que cada uno de nosotros hayamos experimentado en algún
momento de nuestra vida aquella compañía que busca humillarnos, menospreciarnos
o simplemente faltarnos al respeto sin motivo alguno.
Estar solos nos permite entender y aceptar la vida para sentirnos mejor
La soledad nos permite comprender que no todo es permanente, tanto lo positivo
como lo negativo… Y por tanto, que estamos en constante movimiento y cambio.
Como reza la doctrina budista, “somos uno con el universo”. El silencio se convierte en
nuestro mayor precursor para conseguir entender ese pretexto.
Una persona que ama pasar tiempo consigo mismo regala espacio allá por
donde vaya
Te conviertes así en una persona mejor y permites que el amor que sientes en tu
interior, tanto por ti como por tu pareja, no deje de crecer. La libertad florece, así
como las ganas de volver a encontrarse ambos, fundiéndose en un solo corazón. Y lo
más grandioso, se permite dejar ir, la verdadera base del amor puro y divino de nuestra
humanidad.
Llegados a este punto no me despediré sin antes preguntarte, ¿crees ahora que amar la
soledad te convierte en mejor pareja? Cómo decía el gran escritor Arthur
Schopenhauer “la soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.”