En nuestro día a día solemos asumir con bastante frecuencia que estar estresado es
algo que podemos percibir fácilmente, con escaso esfuerzo. Nos enseñan a asumir la
idea de que cuando no podamos más con determinada emoción o acción, seremos
conscientes de ello, logrando eliminar o desquitarnos de los efectos de esa presión que
estamos padeciendo sobre nuestro cuerpo.
A pesar de ello, infinidad de veces estamos tan absortos y concentrados en conseguir
determinada meta o superar los baches de cada día que nosotros mismos, con la ayuda
de nuestra mente, bloqueamos los signos de advertencia.
Debido a esto nuestro cuerpo empezará a enviarnos señales en forma de síntomas, y
aunque podamos creer que éstos no son importantes, lo más recomendable es
escucharlos, reflexionar su origen, su “para qué” y cómo detenerlos.
Estarás de acuerdo conmigo que dormir poco cada noche o estar alimentándote a
base de comida basura cada día, no es la forma más sana de vivir y desarrollarte como
ser humano, siendo claras señales de que algo no está funcionando en tu estilo de vida.
Por ello, me encantará invitarte a descubrir los 8 principales signos que indican que
nuestro cuerpo está bajo presión, los cuales son:
- Duermes y descansas poco. Uno de los principales puntos a cuidar y mantener
sanos si queremos gozar de un correcto y pleno bienestar emocional.
- El descanso es vital para nuestro cuerpo físico e interior. Si te es difícil
conciliar el sueño o este es poco profundo, con pesadillas y sensación de poco
descanso al levantarte, probablemente estés viviendo bajo un estrés importante. - Te sientes cansado durante el día. Necesitas muchas más horas de las que
presenta un día normal para que tu mente, corazón y espíritu puedan descansar
verdaderamente y disfrutes de una sensación de descanso total. - Te enfermas frecuentemente. Cuando nuestro cuerpo se encuentra ante niveles
altos de estrés, el sistema inmune se ve afectado en gran medida y sufre, provocando
que contraigamos enfermedades comunes con más facilidad y en seguida nos sintamos
débiles. - Sufres dolores musculares. Al estar sometidos a una presión fuerte, nuestro
cuerpo se tensa; presentando contracturas musculares importantes en el cuello y en la espalda.
Esta tensión podemos aliviarla practicando ejercicios de relajación y deporte suave. - Estás preocupado a lo largo del día. Si constantemente no paras de pensar y
analizar determinadas situaciones en tu vida que de por sí te estén generando un malestar,
seguramente no sea solo esto último. Probablemente te estés encontrando bajo una
alta presión y estrés continuado. - Considera tomarte unas vacaciones o temporada de descanso cuando te sea
posible. - Tienes dificultad para manejar el estrés cotidiano. Encontrarte en una
situación que te está quitando una gran cantidad de energía continua puede llevarte
incluso a no controlarte en las cosas más pequeñas.
En estos momentos, estás a merced de tus emociones incontrolables, pudiendo
romper a llorar o enfadarte en cualquier momento. Este punto es uno de los
principales indicadores de que tu cuerpo está sometido a demasiada presión y desgaste
interior.