Pondré a funcionar la ley del menor esfuerzo comprometiéndome a hacer lo siguiente:
1) Practicaré la aceptación. Hoy aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los sucesos tal
como se presenten. Sabré que este momento es como debe ser, porque todo el universo es como debe ser.
No lucharé contra todo el universo poniéndome en contra del momento presente. Mi aceptación es total y
completa. Acepto las cosas como son en este momento, no como me gustaría que fueran.
2) Habiendo aceptado las cosas como son, aceptaré la responsabilidad de mi situación y de todos los sucesos
que percibo como problemas. Sé que asumir la responsabilidad significa no culpar a nada ni a nadie de mi
situación (y eso me incluye a mí). También sé que todo problema es una oportunidad disfrazada, y que esta
actitud de alerta ante todas las oportunidades me permite transformar este momento en un beneficio mayor.
3) Hoy mi conciencia mantendrá una actitud no defensiva. Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de
vista. No sentiré la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que acepten mi punto de vista. Permaneceré abierto a todas las opiniones sin aferrarme rígidamente a ninguna de ellas.