El papel del profesor en la escuela del futuro

El nuevo rol del profesorado no debe ser el de mero transmisor de conocimientos sino el de conductor de un grupo, una persona que sabe sacar
lo mejor de cada alumno, que resuelve asertivamente los conflictos en el
aula, que no permite que haya alumnos desmotivados o descolgados, que
utiliza metodologías adaptadas a las características de sus alumnos, que
logra un grupo clase respetuoso y donde tiene mucho más protagonismo
la totalidad de los alumnos. Los conocimientos se pueden encontrar en
numerosos lugares pero favorecer determinadas actitudes solo lo pueden
hacer este tipo de personas.
Los profesionales de la educación encontramos con frecuencia que el ori￾gen de los problemas de aprendizaje hay que buscarlos en situaciones emo￾cionales no resueltas. Por ejemplo, ¿cómo puede un muchacho estar atento
a las explicaciones de un profesor cuando sus padres están en un proceso
de separación y durante la noche anterior han tenido una fuerte discusión?

Los profesores deberían tener una sólida formación en inteligencia
emocional y, lo que es más importante, deberían poseer habilidades sociales y competencias emocionales. El perfil del profesor que se necesita
en estos momentos es más el de conductor de la clase, el de la persona
que sabe extraer lo mejor de cada alumno, que sabe motivar, que favorece
una buena interrelación entre todos los alumnos. Los conocimientos se
pueden encontrar en numerosos lugares pero favorecer determinadas
actitudes solo lo pueden hacer este tipo de personas. Esto mismo es extrapolable al profesorado de formación profesional o estudios superiores.
De igual manera, ese profesor emocional debe tener competencias para
dirigir las reuniones de trabajo con el resto de profesorado y en las intervenciones con las familias. Es fundamental mantener frecuentes reuniones
con las familias a título individual y colectivamente. En ese sentido las
estrategias para llevar a cabo una entrevista asertiva son fundamentales.
Habría que destacar la trayectoria del profesor zaragozano, César
Bona, el único candidato español a los Global Teacher Prize. Él defiende
una educación basada en el respeto, la empatía y la sensibilidad. Comenta
que puede haber profesores muy inteligentes y con un gran bagaje cultural, pero que no sepa comunicar bien. Recalca que lo importante es la
actitud. Según Bona, ser maestro no es solo abrir el libro, mandar deberes
y cobrar. Tiene que ser alguien que inspire porque los alumnos van a estar
varias horas al día y, para bien o para mal, nos van a recordar.
Hay que mejorar el actual sistema de oposiciones donde exclusivamente
se valora la capacidad memorística del opositor. Tal como se señala en el
informe Mckinsey o el Teach for America y en los distintos informes PIRLS
o TIMMS, los sistemas educativos de más éxito, como el de Finlandia, son
los que se han dotado de profesionales bien motivados y con excelentes
expedientes académicos. Proponemos que haya un buen periodo de prácticas donde se tengan en cuenta las competencias necesarias para un buen
profesor: gestionar el clima de aula, saber motivar al alumnado, gestionar
correctamente los conflictos, llevar adecuadamente las entrevistas con las
familias, en fin, mostrar unas buenas habilidades sociales y emocionales.

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mauricio Valdés

Bloguero de aficionado y redactor de mi revista, utilizo codigos sagrados, me apasiona el Internet y la informática, lector de psicología, espiritualidad, criptomonedas, salud, llevo una vida simple con grandes sueños...

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