La empatía es la capacidad de conocer, comprender y valorar a los demás.
La verdadera empatía nace, primero, de la autoestima, y, después de una
reflexión personal que lleva a la persona a descubrir cuál es el valor de
quienes le rodean. Daniel Goleman (2006) indica que existen tres tipos
de empatía y son desarrollados en el método de pensamiento emocional.
La empatía intelectual, por la que somos capaces de entender lo que le
pasa a otra persona. La empatía emocional, por la que somos capaces de
comprender y sentir lo que le pasa a la otra persona, al estilo de las «neuronas espejo». Y, finalmente, la empatía concern, que podría tener una
traducción como empatía comprometida, por la que nos implicamos y
actuamos en relación con lo que le pasa a la otra persona. Punto destacado
de este elemento son las técnicas de valoración de los demás que son todas
las derivadas del «regalo» y, sobre ellas, «el piropo». Esta técnica enseña
a adquirir el hábito de reconocer con la palabra aquellas cosas positivas
que encontramos en los demás. Se ha demostrado que esta técnica abre
todas las puertas emocionales de las personas con las que uno se relaciona.