“Hoy más que nunca la perspectiva filosófica es un elemento fundamental, en términos de
identidad”,señaló Luis Felipe Reyes Magaña misionero del Espíritu Santo en su conferencia Pensar
la religiosidad, como otro escenario filosófico, donde compartió algunos conceptos importantes
para el campo religioso, desde una mirada filosófica.
El advenimiento de la modernidad que en términos socio-históricos es producto de la revolución
industrial, produjo una radical transformación en el orden social y sus diversas dimensiones. Tuvo
un impacto en la subjetividad de las personas y en especial en la religión, no sólo funcionalmente
sino también en su configuración.
Hoy día es posible reconocer que existe una relación entre el desarrollo de la modernidad y la
transformación de la religión por efecto de la secularización y su carácter racionalizador. “La
vivencia religiosa en la actualidad parece estar sumergida en una herencia que poco se piensa,
reflexiona o crítica”, añadió.
La credulidad tiene como fundamento la necesidad de seguridad social, política, religiosa, afectiva,
etc. Reyes Magaña cita a Lluís Duch, monje antropólogo catalán quien dijo que una de las
características del mundo actual es la credulidad, a pesar de que se piense lo contrario.
Ante la situación de perplejidad que caracteriza la vida humana moderna, existe una gran
necesidad de seguridad.
Aludiendo al dramaturgo y filósofo Gabriel Marcel, el también maestro en Psicología Social por la
Universidad de Arte y Ciencias Sociales de Chile,señaló que “cultivar una actitud filosófica consiste
en aprender a reaccionar frente a una situación fundamental de la conciencia, a través de un
extrañamiento que tiende a convertirse en inquietud. El cual consiste en no tomar la realidad
como ordenada”.
Desde una perspectiva más descriptiva el concepto de filosofía para Manuel Maceiras según
señaló Reyes Magaña, se trata de “la reflexión del hombre en cuanto persona encaminada en
conocer y delimitar la realidad”.
Hoy más que nunca la filosofía debe “problematizar la realidad” en todos los ámbitos de la vida
contemporánea con una doble intención, añadió Reyes Magaña con palabras de Maceiras. Por un
lado, una “actitud crítica” que ponga en entredicho el orden y el fundamento de las verdades del
mundo y de la vida. Por el otro, una “actitud pensante o retrospectiva” que supere la crítica y
alcance la definición, el sentido verdadero.
Desde esta doble obligación es deber de la filosofía afrontarel mundo, sin el afán enciclopédico de
“saberlo todo”, sino desde el principio único de salvaguardar la libertad.
“La fe debe ser aceptada razonadamente”, mencionó el también filósofo por el Instituto de
Formación Filosófica e Inter-congregacional de México. “El creyente, sobre todo el cristiano, debe
comprender los motivos de su fe, ser consciente del porque cree”, completó.
La filosofía de la religión surge con el nacimiento de la modernidad y la ruptura cultural, en cita del
teólogo y escritor gallego Andrés Torres Queiruga plantea que actualmente es posible el
encuentro entre filosofía y teología debido a la ampliación de la razón filosófica y a la relativización
de la razón teológica que ha ocurrido en el desarrollo contemporáneo.
Reyes Magaña opinó que “cuando se habla de religión inmediatamente se remite a la institución”
o a un conjunto de elementos propios llámense creencias, dogmas, virtudes, conjuntos, ritos,
valores, etc.
La religión formalmente constituida tiene sus cimientos en personas y grupos definidos que la
conforman y sin los cualeslas religiones no tendrían razón de ser. Sin embargo, esta cuestión sólo
se puede reconocer en la modernidad cuando se produce la “desconexión entre los sujetos
religiosos y las instituciones a las que pertenecen”, debido a la emergencia de la autonomía, es
decir, una secularización de la sociedad.
Reyes Magaña señaló que según Luis González Carbajal, doctor en Teología por la Universidad
Pontificia de Salamanca, la erupción de otras cosmovisiones “posibilitan versiones nuevas y
complejas de la realidad” haciéndose necesaria una diferenciación de esferas sociales con
racionalidades propias y una relativa autonomía entre sí. Es decir, a la religión se le libera de
funciones de control social, disciplinamiento y normalización.
Lo religioso comienza a transitar por los caminos de la ciencia, la política, el arte, sexualidad, etc.
Esto genera posibilidades inéditas que hacen posible que la religión esté disponible bajo el signo
de la fluidez y de la movilidad, llamado “desinstitucionalización de las creencias o desregulación de
lo sagrado”.
“Para Juan Martín Velasco – profesor de Fenomenología de la Religión en la Universidad Pontificia
de Salamanca – la secularización produjo un desplazamiento de lo ‘sacro’ a lo humano y ahí radica
la auténtica metamorfosis, ya que la manera actual de vivir lo sagrado no remite al ‘más allá’ sino
a lo humano”, indicó Reyes Magaña.
Con argumentos de Lluís Duch señaló: “El ser humano es un ser tradicional. Conserva sus
herencias sin análisis crítico, se aferra al pasado con la intención de defenderse”.
Reyes Magaña concluyó con una mirada hacia la religión desde la perspectiva de autores como
Lluís Duch, José Ignacio Martín Baró y Daniel Gutiérrez Rodríguez.
La conferencia “Pensar la religiosidad, como otro escenario filosófico”, se impartió en el mes de
septiembre y forma parte del ciclo “Los otros escenarios de la filosofía” que se llevó a cabo en
2010 en el auditorio de la Librería José Luis Martínez, del Fondo de Cultura Económica.