Se habla de tres aspectos de la salud: físico, mental y social.
Nosotros así también como la OMS y varias corrientes en diferentes países del mundo,
incorporamos la dimensión espiritual en el concepto de salud.
Ya Hipócrates. 400 años a.C., también se refería a este principio:
“El aspecto fundamental del sistema de Hipócrates es el vitalismo. “El universo y el
organismo dependen de un principio director: la Naturaleza (llamado también a veces
“fusis”, o “dinamis”, “principio vital”, “alma”). En las enfermedades es el “principio” de
estas reacciones lo que se cumple para salvaguardar la salud y para la curación de las
enfermedades. El organismo es considerado como una parte de la naturaleza, animada por
este “principio vital” o alma. El alma…preside el desarrollo de todas las partes. Cada
animal tiene su alma presente en todas las partes…” (5, pág. 23).
Por lo tanto habría tres componentes principales en el ser humano:
- El cuerpo.
- La psiquis, que incluye las creencias.
- La fuerza vital o espíritu. Este poder gobierna al universo entero. Ha sido llamado chi
en China; ki, en el Japón; prana, en la India; soplo de vida, por los hebreos; Verbo,
por los cristianos. Se emplean estos términos para expresar el principio creativo que
da existencia a todas las cosas, principio que todo lo contiene y lo mantiene, que
conecta todo y que siempre existió.
Un riesgo importante es que estos aspectos se consideren cerrados en sí mismos, o que se
de importancia más a uno que a otro. En realidad funcionan como vasos comunicantes.
Podríamos decir que la salud consiste en la armonía de las dimensiones física, mental-social
y espiritual.
“El término espíritu (pneuma, en griego) se utiliza en contraposición a los términos alma
(psyché) y cuerpo (soma). Con la palabra espíritu (pneuma), nos referimos a la dimensión
inmaterial y la captación de aquello que se encuentra por fuera del tiempo y del espacio. La
psyché o alma, tendría la función de mediación entre el soma y el pneuma. Este término
incluiría todo lo que actualmente se entiende por mente, conciente, inconsciente, funciones
psíquicas superiores, etc.
En occidente, comenzó a identificarse pneuma a psyche, de modo tal que ambos términos
perdieron su riqueza. Teniendo en cuenta la cualidad trascendente del concepto de
“espíritu”, no es posible referirse a él desde el punto de vista empírico. Sin embargo, podría
pensarse que ciertas manifestaciones de la vida anímica reflejan los cambios realizados a
nivel espiritual.