La entrada a la práctica de la iluminación.

Hablando en términos generales, en esta época final del Dharma,
son más las personas que practican que aquellas que verdaderamente
obtienen una realización. Son más las personas que desperdician sus
esfuerzos que aquellas que ganan en sabiduría. ¿Por qué sucede esto?
Porque no aplican sus esfuerzos de forma directa y no conocen el atajo.
En vez de ello, muchas personas se limitan a llenar sus mentes con el
conocimiento rancio de las palabras que han escuchado, o bien miden
las cosas por medio de sus discriminaciones emocionales, o reprimen
los falsos pensamientos o se deslumbran con asombrosas visiones en
sus puertas sensoriales. Estas personas retienen las palabras de los
antiguos en sus mentes y las toman como si fuesen la verdad. Además,
se apegan a estas palabras como si fuesen su propia visión. A esto se le
conoce como aferrarse a la comprensión ajena y oscurecer la entrada
propia hacia la iluminación.

Para emprender la práctica lo primero que debéis hacer es cortar el
conocimiento y la comprensión, y aplicar unidireccionalmente todos
vuestros esfuerzos en un solo pensamiento. Debéis tener una firme
convicción en vuestra propia mente verdadera, que originalmente es
pura y clara, sin la más mínima cosa rezagada; es brillante y perfecta y
se extiende por todo el dharmadhatu. Intrínsecamente no hay cuerpo ni
mente ni mundo, ni tampoco hay falsos pensamientos ni formaciones
emocionales. En este mismo momento, este pensamiento único ¡no
tiene origen! Todo lo que ahora se manifiesta ante vosotros es
insustancial e ilusorio; no son más que imágenes proyectadas por la
mente verdadera. Desechad todos los falsos pensamientos. Debéis
emplear vuestra mente para observar de dónde viene y a dónde van los
pensamientos. Si practicáis de este modo, sin importar qué clase de
falsos pensamientos aparezcan, romped uno de ellos y todos serán
reducidos a añicos; se disolverán y desaparecerán. No debéis nunca
seguir o dar coba a los falsos pensamientos. El maestro Yongjia

nos advirtió: «Debéis cortar la mente que busca continuarse». Este
es debido a que la mente ilusoria originalmente no tiene raíces. No
debéis nunca tomar por real a un falso pensamiento y tratar de
retenerlo en vuestro corazón. Tan pronto como aparezca daos cuenta de
él. Una vez que os deis cuenta de él, desaparecerá. No tratéis nunca de
reprimir los pensamientos, sencillamente dejad que se desarrollen
mientras los observáis como calabazas que van flotando por el agua.

Dejad a un lado el cuerpo, la mente y el mundo, y limitaros a aplicar
este pensamiento único, este método, como una espada que corta el
aire. Ya se os aparezca un buda o un mara, cortadlos como a una
maraña de hilo de seda. Utilizad todo vuestro esfuerzo de forma
paciente para llevar vuestra mente hasta el final. Una mente que
mantiene el pensamiento correcto de la verdadera talidad, significa que
el pensamiento correcto es no pensamiento. Si sois capaces de
contemplar el no pensamiento, ya estáis encaminados en la dirección de
la sabiduría de los budas.

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mauricio Valdés

Bloguero de aficionado y redactor de mi revista, utilizo codigos sagrados, me apasiona el Internet y la informática, lector de psicología, espiritualidad, criptomonedas, salud, llevo una vida simple con grandes sueños...

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