Cualquier persona puede padecer depresión en algún momento de su vida. No obstante, existen algunas que tienen una mayor predisposición:
• Personas que han vivido un suceso estresante.
• Personas con estrés crónico (estrés continuo)
• Aquellas personas que han perdido un empleo o tienen dificultades para
encontrarlo.
• Mujeres que experimentan cambios hormonales
• Aquellos con historia familiar de depresión
• Personas que han tenido una infancia difícil incluyendo las primeras
experiencias de duelo
• Mujeres embarazadas
• Personas que sufren una determinada enfermedad física
• Personas que tienen algún otro problema de salud mental
• Aquellas con una enfermedad potencialmente mortal o con dolor
crónico
• Personas con algún desequilibrio químico
• Personas que previamente han estado deprimidas
• Carencias en la exposición a luz solar en invierno
• Personas que tienen dificultades de adaptación tras desplazarse a un país
extranjero (inmigrantes).