Una vez bajo el régimen de dia=noche, las plantas experimentan un cambio en la química
interna que provoca otro tipo de crecimiento, la formación de flores.
Es importante que el régimen sea estricto y que la noche sea cerrada, la polución de luz
durante la noche afecta a la formación de flores. Un periodo diurno más largo provocaría
confusión evitando la floración y uno más corto puede acelerar el proceso pero consiguiendo
una menor producción. El régimen ideal es el aconsejado. Las plantas a los 7-14 días de esta
fase dan lugar a la formación de las primeras flores. Durante estas dos primeras semanas
experimentan un estiramiento de hasta más del doble de su altura inicial, a la vez que el
crecimiento vegetativo de grandes hojas se detiene. Con la aparición de dichas flores
podremos sexar las plantas. (Ver sexación). Una vez determinado el sexo apartaremos los
machos del sistema lo que permitirá a las hembras restantes disponer de mas espacio. Los
machos pueden ser utilizados para fabricar polen con el que obtener nuevas semillas. (Ver
sexación). Las hembras crearán flores de forma continuada llegando a formar grandes
cogollos. Al pasar a floración, conviene abonar con un abono para tal fin, pero siempre
utilizando como máximo medias dosis, y no mas de una vez a la semana. Esto estimulará la
producción de flores. Por lo general los machos se delatan antes que las hembras. Si las flores
no han aparecido a las dos semanas puede ser por que la noche no es totalmente oscura, o
por un exceso de nitrógeno, o falta de fósforo, en este caso covendría un ligero abonado de
floración. El hecho de utilizar semillas que no sean de interior también puede provocar
floraciones tardías y estiramientos incontrolados.
Una vez las hembras empiezan a florecer, no cesan de producir flores que se agrupan en
racimos, junto a las flores crecen hojas tiernas de una sola punta desarrollada de distinta
apariencia que las que crecían en la fase anterior. Los cogollos se ven formados por flores y
brotes tiernos que pronto se verán recubiertos de unas glándulas transparentes y diminutas
que darán un aspecto escarchado al conjunto. Las minúsculas gotas que brillan por la luz, no
contienen otra cosa que la preciada resina. Los cogollos alcanzan un tamaño prácticamente
definitivo a los treinta días de la aparición de las primeras flores. Después empezarán a
madurar durante unas dos semanas más. El proceso de floración dura entre 45 y 65 días
según la especie y las condiciones creadas. Las hembras tienen unas flores formadas por un
calyx de la que sale un pistilo formado por dos pelos blancos en forma de «v», que captan el
polen que se deposita en el cáliz(calyx), donde se formará la semilla. Cuando la planta es
polinizada, la energía se destina a la producción de semillas con lo que el crecimiento de las
flores y la producción de THC se detiene. En el momento de la maduración los cálices se
cierran y los pistilos se empiezan a secar volviéndose marrones o anaranjados. A su vez las
glándulas de resina se hinchan, y la planta ya parece totalmente cubierta de escarcha, al pasar
los dedos por los cogollos, se revientan algunas glándulas que impregnan las yemas. Las
resinas tienen aromas diferentes según la especie, algunos muy característicos.