Platón, en una de sus reflexiones acerca de la república utópica, en su ideal de la sociedad decia: “ los poetas son fantosiosos, son soñadores, traen confusión, traen misticismo, y no queremos nada de eso. Queremos una sociedad bien definida, lógica, prosaica.”. Han pasado cientos de años y esta sociedad se ha vuelto hipertensa, neurótica, con necesidad individual de la asistencia de psicoanalistas.
La hipertensión es un estado de tú mente: es el resultado de haberte vuelto demasiado racional y haber olvidado tus sentimientos, es la consecuencia de un desequilibrio, es un exceso de confianza en la razón. La gente que vive solamente de la cabeza se vuelve hipertensa, la relajación llega a través del corazón. Uno tendría que ser capáz de poder moverse fácilmente de la cabeza al corazón, no deberías aferrarte solamente a una orilla, de lo contrario la vida se desequilibra.
La hipertensión es un estado en el cual has perdido la armonía, eres incapáz de escuchar al corazón, tu vida se ha reducido a la lógica y por lo tanto has creado ansiedad, no tienes paz, los problemas aparecen uno detrás del otro, se agrandan porque no sabes cómo salir de ellos, porque no sabes cómo salir de tu cabeza. No sabes cómo jugar con los niños, no sabes cómo amar a tu mujer o dialogar de vez en cuando con las estrellas. Los has olvidado completamente, has dejado de ser un poeta, tu corazón ha dejado de palpitar.
Y cuando una parte de tu ser ha sido reprimida, esa parte toma revancha, y el corazón es la parte más vital, la parte más fundamental. Uno puede vivir sin cabeza, pero no sin corazón. Los animales viven perfectamente sin ella de forma mucho más silenciosa y feliz que el hombre. La cabeza es superficial, tiene una función específica. Úsala, pero no dejes que te utilice. Cuando eres utilizado por ella, la ansiedad se apodera de ti, harás de tu vida un largo camino de sufrimientos y luego se volverá un desierto.
El cuerpo obedece a las ideas que tiene la mente.
No reprimas lo esencial, lo no esencial ha de seguir a lo esencial, no puedes reprimir nada sin que luego te encuentres en problemas. La lógica es buena, pero la risa también, la risa aporta equilibrio. Si, es bueno ser serio, pero también es bueno, en ciertas ocasiones no dañinas, no serlo