Decía Sócrates: «Un maestro no es más que un partero». Y la verdad es asi, un Maestro puede ayudar, puede proteger, puede guiar, pero nada más. La transformación tiene que ocurrir a cada uno de nosotros, desde luego que habrá sufrimiento, simplemente porque no es posible volver a nacer sin sufrimiento, tal vez surja mucha angustia, porque nosotros mismos la hemos acumulado a través de los años. De la oscuridad del sufrimiento se alzará una nueva mañana, habrá un nuevo sol.
Este Blogg, extrae o resume varios de los temas publicados en los libros que han sido editados de las conferencias realizadas por Osho en el mundo, e intentará, que en cada uno de los interesados que el rio de su vida comience a fluir, descendiendo del estado mental egoista que ha estado paralizado por nuestro ego.
Hablaremos sobre nuestra mente, aquella que vive con nosotros, y llegaremos a concluir que, tal como la utilizamos, es un equipaje innecesario; los árboles, las plantas y toda la grandeza que podemos encontrar en la naturaleza existen sin mente individual y existen con más belleza que ningún ser humano y una vez que podamos quitárnosla, asi sea por unos pocos minutos, nuestra existencia comenzará a transformarse, entraremos en una nueva dimensión, la dimensión de la ausencia de peso. Esto es lo que los Maestros Espirituales a través de la eternidad del tiempo quisieron enseñarnos, mediante parábolas, sutras o koanes, tanto en las culturas orientales como occidentales, sin embargo, poco o nada sabemos ver y poco o nada sabemos escuchar.