La mayoría de las personas con psicosis toman medicamentos potentes para mantener a raya los delirios y las alucinaciones, pero los efectos secundarios pueden ser graves.A través de su sistema nacional de salud, Noruega está adoptando un enfoque radical para los pacientes que desean vivir sin fármacos.
Malin tenía 21 años cuando su vida comenzó a desmoronarse.
Había luchado contra la depresión severa y la baja autoestima desde que era adolescente.
Entonces una voz dentro de su cabeza comenzó a decirle que estaba gorda y que no valía nada, y que debía suicidarse.
El tratamiento de la enfermedad mental sin medicamentos es una puerta que se abrió en el Hospital Psiquiátrico de Åsgård de Noruega. Los psiquiatras de ese país buscan responder a la pregunta de si los antipsicóticos son tan eficaces como dicen ser.
Tratar la enfermedad mental sin medicamentos es una opción que siempre ha estado sobre la mesa de debate, siempre ha sido una opción. Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX, esto se convirtió en una especie de utopía para la parte más médica/fisiológica de la psicología.
Con el descubrimiento y la producción masiva de neurolépticos se creyó llegar a un punto culminante. Los creadores y promotores de este tipo de drogas apuntaron a la idea de que los problemas de la mente tenían una raíz fundamentalmente orgánica. Por eso, se volvió posible tratarlos a través de la ingestión de químicos. De este modo, se popularizó la idea de que era imposible abordar la enfermedad mental sin medicamentos.
Sin embargo, siempre ha existido una corriente paralela que lo ve de otro modo. No involucra solamente una posición teórica, sino que existen muchas aplicaciones prácticas con resultados alentadores.
A partir de esa tradición paralela, el Hospital Psiquiátrico de Åsgård, en Noruega, ha comenzado a tratar la enfermedad mental sin medicamentos.
“Dicen que quieren una prueba de que las alternativas funcionan. Yo digo, ‘¿por qué no proporciona pruebas de que su tratamiento funciona? He leído muchos artículos y muchos libros, y todavía no he visto pruebas de que sus medicamentos funcionen”.
-Håkon Rian Ueland-
Respeto por la autonomía del paciente
Desde hace varias décadas, hay una aguda controversia en torno a los derechos de los pacientes psiquiátricos. La mayoría de los sistemas sanitarios y los especialistas que los forma parten de la idea de que una persona diagnosticada de una enfermedad mental no tiene autonomía y, por lo tanto, los demás deben decidir por ella. A diferencia de las demás enfermedades, un paciente psiquiátrico no puede resistirse al tratamiento que quieran aplicarle.
Son muchos los psiquiatras en el mundo que no comparten este principio. Los derechos fundamentales de los pacientes son un aspecto esencial en el Hospital Psiquiátrico de Åsgård. Su política de tratar la enfermedad mental sin medicamentos es una defensa de los derechos de los pacientes.En esa institución, son los pacientes quienes finalmente deciden si quieren o no tomar los medicamentos que les prescriben. También son ellos quienes resuelven cuál es el momento para reducir las dosis, con miras a dejar de tomar pastillas o drogas psiquiátricas. La perspectiva del paciente también cuenta.
Tratar la enfermedad mental sin medicamentos
El Hospital Psiquiátrico de Åsgård da cumplimiento a un mandato del Ministerio de Salud de Noruega. Se trata de una política de Estado que busca, principalmente, darle un estatus de igualdad en términos de derechos , a los pacientes mentales.
A muchos esto puede parecerle descabellado: ¿cómo una persona con problemas en su mente puede decidir responsablemente sobre lo que es mejor para ella? Esa pregunta se la hacen muchos, porque también son muchos los que ignoran los pormenores de las llamadas “enfermedades mentales”.