Imaginaba entonces, de qué modo reaccionaría cada número ante las
primeras nieves de la estación invernal, y se me ocurrió que este sería un
buen modo de resumir la personalidad de los números ante una situación.
Propongo jugar un poco y descubrir con cuál de ellos podemos identificarnos.
El número 1 seguramente tan activo como es, con su iniciativa e ideas, al ver
los primeros copos saldría de la casa. Seguramente diría “¡comenzó a nevar,
hay que salir, meterse en la nieve, hagamos algo interesante!”, e intentaría
hacer salir al resto de los números, como buen líder.
El número 2 pensaría que es mejor quedarse en casa, tranquilo, a gozar de la
paz del hogar, inspirado por la nieve, despertando su romanticismo. Sensible
como es no desearía quedarse solo, buscaría antes que nada alguien con
quien compartir, y sentirse contenido por si acaso la nieve comienza a
deprimirlo.
El número 3, feliz con el acontecimiento, deseoso de pasar el frío junto a sus
amigos, en torno al hogar, bebiendo algo, compartiendo quizá algún juego de
mesa, o simplemente conversando, expresándose y divirtiéndose. Si está
solo, pensará con su gran optimismo, que no hay mejor que la soledad para
poder a crear.
El número 4 es muy probable que piense en si ha dejado las ventanas bien
cerradas, si ha cortado leña suficiente para el fuego, y si ha comprado las
suficientes provisiones para abastecerse durante el tiempo que pueda durar
la nevada. Necesita sentirse seguro en su hogar y que quienes lo rodean
también los estén.
El número 5 se sentirá feliz ante la novedad de la nevada, se ha producido un
cambio que lo saca de la rutina. Pero claro, si el mal tiempo dura mucho, y no
puede salir de casa, inquieto y ansioso como es, la alegría pasará a ser
depresión en cualquier momento. Lo más probable es que cuente con
compañía y bebidas para pasar el tiempo.
El número 6 estará dispuesto a recibir a todos en su casa, feliz de tener que
quedarse en el hogar, rodeado de la familia, poniendo su cuota de armonía y
romanticismo. Y es probable que, tan sensible ante las necesidades de los
demás, también se encuentre preocupado por aquellos que no tengan un
lugar donde refugiarse.
El número 7 aprovechará al máximo estos días de pausa, momentos ideales
para recostarse en el sillón, mirar por la ventana como cae la nieve mientras
piensa, proyecta y reflexiona. Quizá también disfrute como nadie de la
lectura en soledad. Resulta bueno el clima para quedarse solo, imaginando y
creando. Si hay gente a su alrededor, es muy probable que busque una
habitación en donde aislarse.
El número 8, mientras observa como la nevada se incrementa, pensará en la
pérdida económica de las aerolíneas por los vuelos cancelados. En su
probable fatalismo, pensará en la cantidad de accidentes que se producen en
esta época, porque es un gran estadista. Y descansará tranquilo, sabiendo
que sus objetivos, que han sido bien calculados, no quedan pendientes.
El número 9 dirá, en su aceptación, que simplemente no queda otro remedio
que esperar a que pase la nevada. Eso sí, no es recomendable estar al lado de
un 9 cuando su emocionalidad, cambiante, comience a irritarlo y ponerlo de
mal humor. Tal vez, lo mejor, sea compartir sus proyectos para la próxima
primavera, aunque acabe de comenzar el invierno. Es que los proyectos de él
son a larguísimo plazo, y aunque nosotros veamos la nieve, el 9 ya comienza
a ver cómo florecerán los árboles después del frío invierno.