filosofía, experiencia y vida espiritual.

para Aquinas, el riesgo que lleva consigo sugerir hipótesis nuevas y el interés
por llegar a auténticos descubrimientos debe reducirse a un mínimo.
Sertillanges pone de manifiesto aquí la sabiduría de Aquinas al decir que
esta máxima no tenía por objeto frenar nuestras energías o atemperar nuestro
esfuerzo intelectual. Debe considerarse más bien como una llamada a la
prudencia: “no debemos sobrestimarnos, sino tener en cuenta nuestra
capacidad” 6. Nos preguntamos, sin embargo, si esta es la última palabra
sobre las actitudes espirituales asociadas con del trabajo intelectual. El magis
de Ignacio de Loyola, si se aplica a la vida espiritual del intelectual, parece
que inclina a la persona hacia un panorama más amplio y arriesgado de la
investigación. El elemento “riesgo” no aparece en Ignacio como algo que
tenga que evitarse. Aparece como algo que debe aceptarse, e incluso
apreciarse. El contraste aparece claramente. Y el nuevo modo de
espiritualidad comienza a ser más claro si recordamos cómo Sertillanges
expone este punto de la carta de Aquinas al Hermano Juan. Sertillanges
explica que no debemos sobreestimarnos, pero que debemos tener en
cuenta nuestra propia capacidad. Un modo diferente de espiritualidad,
más en línea con el magis
Ignaciano, se puede formular
como sigue: “nosotros no
debemos infravalorarnos a
nosotros mismos, sino que
debemos tener en cuenta
nuestra capacidad propia”. Las
dos versiones parecen ser casi
iguales. Pero el diferente
énfasis, sin embargo, pone
de manifiesto dos modos
distintos de espiritualidad en el apostolado intelectual.
Otra máxima de la carta de Aquinas nos permite considerar este
segundo modo de espiritualidad desde otro ángulo. Aquinas incluye varias
propuestas, en línea con la actitud general de “fuga mundi”: Ama estar en
tu propio aposento […] y no te involucres de forma alguna con hechos y
dichos de la gente mundana (factis et verbis saeculorum). Esto es razonable.
Cualquier trabajo intelectual serio necesita horas de soledad y silencio.
Tomadas en su sentido literal, sin embargo, estas propuestas de Aquinas
parecen apuntar más lejos. Parecen indicar que cualquier trato activo con
el mundo debe considerarse como algo rechazable. Para contrarrestar esta

interpretación más bien extremista, Sertillanges explica cómo algunos
elementos de interacción con el mundo son inevitables. De otra forma, dice
él, el trabajo intelectual saldría perjudicado:
El hombre que está demasiado aislado, se hace tímido,
abstracto, algo raro: tropieza con las realidades, como el
marinero que acaba de desembarcar. Ha perdido el sentido de
la vida humana, parece que te mira como si fueses una
“premisa” de silogismo.

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mauricio Valdés

Bloguero de aficionado y redactor de mi revista, utilizo codigos sagrados, me apasiona el Internet y la informática, lector de psicología, espiritualidad, criptomonedas, salud, llevo una vida simple con grandes sueños...

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